Piel de toro manso
La bonita prisión de los años de estudio. |
Tentador día soleado. Más si cabe
porque tengo examen y no podré aprovecharlo. Enclaustrado estoy en
una tres por cuatro metros y con los codos enrojecidos. Por la
ventana, un camión de refrescos me recuerda que tengo sed. Sed de
aprobar ese examen y terminar de una vez. Suena el móvil para
variar. Unas palabras de ánimo se agradecen. El sol se pone. Un
último esfuerzo, un último repaso. Por fin seré libre. Lo
conseguiré. Mis ojos se acurrucan. Un ruido extraño. Es un
despertador. Nervios. Recuerdos. Por suerte, hace años que aprobé
aquel último examen. Lo peor vino después. Siempre solemos
encontrar barrotes aun sin cárcel. El conocimiento te hará libre, y
sin embargo, no te firma contratos. Al menos en esta piel de toro
manso. Ahora que estoy despierto, me pondré con el inglés...
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